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Scientists Develop Recycling Process That Could Lead To “Zero Waste” Cell Phones

How often do you swap out your old smartphone for a new one? Every two or three years? Every year? Today, phone companies make it easy with deals to trade in your old phone for the newest version. But those discarded phones are becoming a huge source of waste, with many components ending up in landfills or incinerators.

Kumar and his colleagues — including Maria Holuszko, a mining engineering professor and leader of the research team — developed a process to separate fiberglass from resin. This was a task that had proved nearly impossible earlier — and the primary reason the two substances are nearly impossible to recycle. They must be separated to make them reusable. Scientists hope their research will be used to develop a “zero-waste” cell phone. They describe their work in a study published in the journal Waste Management.

La reducción de la cantidad de comida que acaba en la basura es un campo de trabajo fundamental de cara a garantizar la sostenibilidad. Los indicadores nos pueden ayudar a conseguir dicho objetivo aumentando la vida útil de los alimentos.

Se encuentra disponible on-line el artículo «Recent advances on intelligent packaging as tools to reduce food waste» publicado en la revista Journal of Cleaner Production

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Abstract
Food waste is one of the main issues for international organisms. It is not only an ethical and economic issue but it also depletes the environment of limited natural resources. Among strategies suitable for fighting such challenge, intelligent packaging is an interesting tool to reduce waste derived from households and retailers. A revision of 45 recent advances in the area of optical systems for freshness monitoring is reported herein. The study covers fruits, vegetables, fish products and meat since they are the most representative fields of application. Furthermore, a discussion about the main research challenges and opportunities that will be faced by intelligent packaging in the coming years is included.

Keywords
Food freshness, Intelligent packaging, optoelectronic nose, Chromogenic array

Grupo REDOLí

Fuente: el tiempo.com

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) entregaron este martes la Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático, que contiene la información más actualizada sobre el escenario que le espera al país en los próximos 100 años, detallado por departamento y municipios.

De acuerdo con el informe, el 100 por ciento de los municipios del país presentan algún tipo de riesgo frente a las consecuencias del cambio climático. Los departamentos de San Andrés, Vaupés, Amazonas y Guainía serán los más afectados.

Los 20 departamentos con mayor riesgo por cambio climático albergan el 57 por ciento de la población del país y representan el 69 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

El informe contiene un compilado de posibles escenarios sobre vulnerabilidad, mitigación, adaptación, educación y financiamiento, y un inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que sirven de insumo para los tomadores de decisión.

Este informe arroja información climática detallada, de manera diferenciada, de acuerdo a las condiciones de cada territorio para promover un desarrollo humano sostenible que incluya las variables ambientales durante los próximos años”, dice Pablo Ruiz, director de País del PNUD en Colombia.

En diez departamentos — en los que se encuentran Antioquia, Meta, Caquetá, Valle del Cauca, Santander, Cundinamarca, Casanare, Boyacá, Guaviare y Bogotá — se concentran el 59 por ciento de las emisiones de GEI. De esta manera, Colombia es el quinto país en América Latina y el 40 en el mundo que emite más emisiones.

Los sectores que mayor emisiones de GEI generna son los relacionados con los cambios en el uso del suelo (62 %), el transporte (11 %) y las industrias manufactureras (11%).

El aumento de la temperatura podría generar un derretimiento acelerado de nevados y glaciares

El aumento de la temperatura podría generar un derretimiento acelerado de nevados y glaciares, un mayor aumento en el nivel del mar, una reducción en la producción agropecuaria, pérdida de fuentes y cursos de agua; así como una aceleración en el proceso de desertificación y mayor incidencia de fenómenos climáticos extremos.

«Entre 1971 y 2015 la temperatura promedio del país ha aumentado 0,8 °C, siendo la temperatura promedio de Colombia 22, 2 °C. Al finalizar el siglo la temperatura promedio del país aumentará 2,4 °C«, advierte el director del Ideam, Omar Franco.

«Conocer es el primer paso para adaptarnos, no nos podemos acercar a este tema solo con percepciones o generalizando los efectos en todos los departamentos», dice.

Este informe se le entrega oficialmente a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático para continuar con los compromisos adquiridos para no aumentar la temperatura promedio del planeta en más de 2 °C.

Fuente: Cadena Ser

El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo ha presidido esta mañana presidió la primera reunión del Consejo de Dirección del IRIAF, el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal.

 

Encuentro en el que se han avanzado las líneas de investigación agroalimentaria y forestal. Francisco Martínez Arroyo ya ha avanzado que ya desde hoy los trabajadores de la Planta de Biorefinería Clamber de Puertollano se incorporan al trabajo en la planta. El objetivo: que se convierta en un “foco de desarrollo” para industrias de Castilla-La Mancha, España y de otros países, permitiendo que las empresas puedan hacer aplicaciones de biotecnología en nuestra región y sean un “referente».

En cuanto a la Estación Enológica de Alcázar de San Juan, asegura el consejero que estará completamente operativa para esta campaña de vendimia. El consejero espera que la mayor parte de las bodegas de Castilla-La Mancha tomen la decisión de hacer sus análisis de calidad de vino, “de nuevo, en nuestra región”.

El titular de Agricultura en Castilla-La Mancha ha asegurado que han sido muchos los convenios que se han firmado “con los mejores centros de investigación”, en lo que llevamos de legislatura. Entre ellos, con el CSIC, la Universidad de Castilla-La Mancha y también con entidades como AGRAMA con la que, por ejemplo, “hemos recuperado proyectos que habían desaparecido en los últimos cuatro años”. Asimismo ha recordado, de nuevo, el análisis genético de la raza ovina manchegase ha recuperado en el centro público de la Consejería de Agricultura en el CERSYRA, ubicado en Valdepeñas.

En este sentido, Martínez Arroyo ha hecho hincapié en que el Gobierno regional ha recuperado los dos nombres emblemáticos de la investigación agraria en la región, el IVICAM, en Tomelloso y el CERSYRA, en Valdepeñas; “nombres que el Ejecutivo anterior no quiso reconocer como denominación de estos dos centros históricos en España”, ha dicho.

Fuente: Agencia SINC

Se calcula que para 2050 la población en el mundo llegará a una cifra aproximada de 9.000 millones de personas, pero los recursos naturales son finitos para abastecer todas sus necesidades. Esta es una de las razones por las que la bioeconomía está ganando importancia global. Esta actividad representa una nueva opción más sostenible para la industria y la economía en su conjunto.

En la región de Baden-Württemberg, al sur de Alemania, los paisajes y las atracciones culturales se entremezclan con un fuerte sector agrícola y forestal bien desarrollado, empresas altamente innovadoras en los sectores de la ingeniería mecánica y de plantas, empresas de biotecnología, proveedores de energía y alrededor de 440 empresas químicas. Esto hace el caldo de cultivo perfecto para que esta área, con capital en Stuttgart, lidere varios proyectos de bioeconomía, una disciplina que pretende ser una alternativa a los combustibles fósiles.

La bioeconomía implica el uso sostenible de recursos biológicos renovables para la producción de alimentos, energía y bienes industriales. Los expertos coinciden en decir que es mucho más que economía circular y que Europa necesita materias primas biológicas renovables para crear nuevos materiales y energía.

El gobierno de esta región alemana tiene su propia estrategia de investigación mediante la financiación de proyectos científicos y medidas estructurales, incluida la creación de una red centrada en el modelado de la bioeconomía.

En una primera parada en esta zona, que ostenta el título de ser la que más invierte en I+D de todo el país –con un 30% del total de patentes– y la que tiene una tasa de paro más baja, merece la pena detenerse a conocer su Programa de Investigación de Bioeconomía creado en 2014 por el Ministro de Ciencia, Investigación y Arte.

“En nuestra región de Baden-Württemberg hay una larga tradición de que los resultados de investigación estén muy vinculados al uso de componentes de la industria, que a su vez hacen grandes esfuerzos para hacer cada vez más investigación. Intentamos tener una cooperación constante y nuestros éxitos demuestran que es una buena idea”, dice Ulrich Steinbach, secretario de viceministros del Ministerio de Ciencia, Investigación y Arte de Baden-Württemberg en Stuttgart.

Un ejemplo de esta cooperación está en la de la Universidad de Hohenheim. Sus estudiantes desarrollan proyectos sobre biogás (esta zona cuenta con un elevado número de instalaciones de este tipo), lignocelulosa –una producción alternativa de recursos para nuevos materiales y servicios– y microalgas para su uso en la alimentación humana y animal.

En esta universidad conviven científicos en equipos interdisciplinares para analizar cadenas de valor, productos para el mercado y procesos biosostenibles. La producción de biomasa y la conversión al desarrollo de productos, así como el análisis de los aspectos económicos, ecológicos y éticos, es uno de los pilares fundamentales en su área de bioeconomía.

“Los aspectos sociales deben estar integrados. Nuestro objetivo es convertir la biomasa en químicos y materiales para hacer diferentes productos como baterías de energía para coches eléctricos, botellas de plástico o que los propios agricultores puedan formarse y crear sus propias formas de biomasa sin necesidad de una compañía química”, apunta Andrea Kruse, profesora de Conversión Tecnológica y Evaluación del Ciclo de Vida de Recursos Renovables en la Universidad de Hohenheim.

La lignocelulosa, por ejemplo, se utiliza para la producción de plásticos y detergentes con base ‘bio’. Esto ofrece la posibilidad de que una parte del crudo que se utiliza actualmente para la producción de productos similares pueda ser reemplazado. “Poder recuperar energía de productos secundarios y garantizar la utilización completa de la biomasa, así como aumentar el rendimiento económico, es fundamental en los análisis de nuestras cadenas de valor”, explican desde la universidad.

Microalgas y sus usos

Las microalgas son pequeños organismos fotosintéticos que viven en lagos, arroyos y océanos que pueden producir cinco veces más biomasa que cultivos energéticos clásicos. Debido a su composición específica también poseen un gran potencial para su uso en la alimentación humana y animal, al ser fuentes prometedoras de aminoácidos o lípidos.

Los investigadores esperan obtener resultados de nuevas cepas de microalgas y procesos optimizados para la producción de alimentos e ingredientes para piensos, así como nuevos productos y otros híbridos mediante la sustitución de proteínas y lípidos derivados de animales. Por último, pretenden crear estrategias para su uso en biomasa y en alimentos.

Estas microalgas pueden ser producidas en sistemas cerrados con el uso de luz solar, CO2 y nutrientes. La fuente de negocio de la Subitec GmbH, empresa alemana de biotecnología con sede en Stuttgart, es precisamente el desarrollo de ingeniería de procesos, servicios y el suministro de equipos de cultivo y plantas de proceso para microalgas. Patenta tecnología del fotobiorreactor, un sistema diseñado para la producción a escala industrial de biomasa de microalgas.

Se estima que hay sobre 250.000 a varios millones de especies diferentes de algas. Sin embargo, solo 35.000 especies han sido científicamente registradas hasta el momento. “Ya que las condiciones de cultivo pueden variar significativamente entre diferentes especies de algas, los sistemas de producción de microalgas están diseñados según especies de algas específicas y la aplicación o producto final”, explica Heikki Hyttinen, jefe de ventas de la compañía.

Los suplementos alimenticios, el pienso para peces y los cosméticos están entre las aplicaciones más comunes de las microalgas en la actualidad. La característica de esta patente desarrollada por Subitec es que permite aumentar mucho más la productividad y las densidades de cultivo en comparación con los fotobiorreactores convencionales.

Materias primas renovables

Otro ejemplo de empresa de transformación de materias primas renovables basadas en la biocenomía es TECNARO. Esta compañía alemana desarrolla y produce sus propios bioplásticos y biocompuestos basados ​​en materias primas renovables y los comercializa en todo el mundo.

Sus clientes van desde la industria solar, a la construcción, el embalaje, la papelería, muebles, juguetes, instrumentos musicales y la industria de la moda. En 2010, el grupo GUCCI lanzó el zapato de señora diseñado por Sergio Rossi «EcoPump» con el talón hecho de uno de los materiales desarrollados por TECNARO, para coincidir con el lanzamiento de la película ‘Home’ de Yann Arthus Bertrand, que trata de la necesidad de cambiar los hábitos de vida. Otras partes del zapato, como la suela interior, exterior y el envase, también se hicieron con materiales de esta empresa.

Dónde también están investigando para crear nuevos materiales, en este caso a partir de la madera, es en la Cátedra de Biomateriales Forestales de la Facultad de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad de Freiburg.

Marie-Pierre Laborie, jefa del departamento de Biomateriales Forestales de dicha universidad, lidera varios proyectos para diseñar productos de madera con propiedades mejoradas y nuevos polímeros y compuestos. El objetivo final de su programa es mejorar la utilización de la madera en aplicaciones de biomateriales.

“La madera es una maravilla de material. En nuestra facultad se emplean enfoques interdisciplinarios que incluyen las ciencias naturales, sociales y técnicas para investigar y enseñar el uso sostenible y la conservación de los recursos naturales”, añade.

Según los datos de la última Cumbre Internacional Bioeconomía celebrada en 2015, (la próxima tendrá lugar en 2018 en Berlín), más de cuarenta países están trabajando actualmente en la promoción de la bioeconomía con la intención de dar respuestas a los grandes desafíos del desarrollo sostenible para la sociedad. “Para que la bioeconomía se convierta en una fuerza conductora clave en la transformación de la economía circular es necesario un enfoque internacional e intersectorial”, concluyen.

En abril de 2016, durante una conferencia de alto nivel celebrada en Utrech bajo la presidencia holandesa del Consejo de la Unión Europea también se publicaba un manifiesto que establece una hoja de ruta para el desarrollo de la bioeconomía en la Unión Europea.

Innovación con larga tradición
La región de Baden-Württemberg también puede presumir de tener entre sus ciudadanos más ilustres a científicos reconocidos en todo el mundo. El caso más conocido sería el de Albert Einstein, que nació en la ciudad alemana de Ulm, a cien kilómetros al este de Stuttgart. Su estancia fue corta, ya que al año siguiente de su nacimiento, en 1880, su familia se trasladaría a Munich. A poca distancia de Ulm nacía unos años antes Robert Bosch, en la aldea Albeck, creador de la famosa compañía internacional que lleva su apellido y opositor, como Einstein, al régimen de Adolf Hitler.

Quienes también han dejado huella en esta zona son, entre otros, inventores como Ferdinand von Zeppelin, natural de Constanza, fundador de la compañía de dirigibles Zeppelin, o el ingeniero alemán Carl Benz, al que se le considera uno de los precursores del automóvil.

Además, cuentan con varios premios Nobel como Christiane Nüsslein Volhard, galardonada en la categoría de medicina en 1995 o Gerhard Ertl, físico alemán, ganador en 2007 del Premio Nobel de Química.

Descripción:

El objetivo de la Jornada es acercar y explicar de forma concreta como las iniciativas europeas en materia de economía circular afecta a los materiales plásticos y a las empresas del sector y como algunas empresas ya se están preparando. Casos de éxito, iniciativas innovadoras y nuevas oportunidades para los industriales de plásticos en España. Desarrollo de la Jornada: Dos mesas-debate. Dinámicas e interactivas. Una ponencia magistral introductoria de la jornada y luego preguntas a cada ponente con un moderador.

Fecha: 4 oct.

Hora: 9:30 – 13:30

Dónde: CC4 Sala 4.3

Idioma: Español

Más información: Web

Fuente: El Pais

La semana pasada, el enorme incendio de Portugal por fin pudo ser controlado tras arrasar 40.000 hectáreas de superficie. Apenas cuatro días después, el parque natural de Doñana ardía, dejando tras de sí 8.486 hectáreas de matorral y arbolado en llamas. En total, los incendios forestales registrados en territorio español desde 2001 han calcinado una superficie equivalente a la provincia de Zaragoza. Pero otras voces advierten de que el simple aumento de las temperaturas basta, por sí solo, para acabar con nuestro principal paisaje bioclimático: el bosque mediterráneo.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba, liderados por el doctor en Ecología Rafael Villar, ha publicado un estudio en la revista Plant Biologyalertando sobre la degradación del bosque mediterráneo. La tesis trata de averiguar cómo responderá este paisaje ante los efectos del cambio climático. Para ello, se analizaron las características de algunas especies del bosque mediterráneo, como su tasa de fotosíntesis o de transpiración. «El cambio climático afectará de forma muy negativa a la vegetación de la cuenca mediterránea. Para los próximos años, se ha pronosticado un incremento de 2 a 3 grados de temperatura, y una disminución de cerca del 20% de las precipitaciones», señala el doctor Villar.

Esto significa que las condiciones climáticas van a endurecerse durante el verano, lo que incrementará la sequía. Y, ante la sequía, las plantas del bosque mediterráneo optan por «hacer dieta» antes que perder agua. «Las plantas responden a la sequía cerrando los estomas, que es por donde entra el CO2, necesario para hacer fotosíntesis y el crecimiento, pero por donde sale el agua. Es una respuesta habitual», aclara Villar. Esta respuesta ante los cambios del entorno tiene un nombre: se llama plasticidad fenotípica. Este fenómeno se refiere a la capacidad de cambio que posee un organismo con relación a una señal ambiental, y es la clave de la pérdida de terreno del bosque mediterráneo.

El bosque mediterráneo posee una vegetación dividida. Por un lado, las especies xerófilas, como la encina, poseen una baja plasticidad fenotípica: no sufren tanto la sequía y se mantienen más constantes ante los cambios del entorno, pero su recuperación ante los cambios estacionales es más lenta. Por otro lado, las especies esclerófilas, como el matorral, aunque sufren más la sequía debido a su alta plasticidad fenotípica, también se recuperan más rápido con las primeras lluvias. Además, los matorrales colonizan rápidamente un terreno tras un incendio o una sequía. «Esto es lo que nos hace pronosticar, junto a otros estudios, que en una situación de cambio climático las especies de bosque mediterráneo van a ir disminuyendo, y se van a favorecer las especies de matorral, como las jaras», concluye Villar.

Cómo recuperar el terreno

El estado del bosque mediterráneo plantea a los expertos cómo mantener el equilibrio de este paisaje bioclimático. Diana Colomina, coordinadora del programa forestal de World Wildlife Fund (WWF) explica que la solución podría residir en los bosques mosaico. «A escala de paisaje, los proyectos tienen que apostar por un paisaje mosaico, que sea diverso. Que un paisaje posea distintos tipos de hábitat lo hace mucho más resistente antes los posibles cambios. Cuanta mayor diversidad, más resistencia y resiliencia», aclara la experta.

Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace España, coincide con ella. «Lo que el estudio dice es que necesitamos reforestar de forma que no solo las especies sean distintas entre sí, sino que los individuos sean diferentes, que posean distintos fenotipos. Esto se solucionaría repoblando con individuos provenientes de varias poblaciones geográficamente distintas, en lugar de que estos vengan de un sitio concreto», manifiesta Soto.

 

El bosque mediterráneo ha sido un bosque muy intervenido históricamente. Pastoreo, cultivo de algarrobos, terrazas de olivares… todo ese espacio humanizado está abandonado

Ambos expertos concuerdan en la necesidad de volver al medio rural para gestionarlo de forma sostenible. «El bosque mediterráneo ha estado muy intervenido históricamente. Pastoreo, cultivo de algarrobos, terrazas de olivares… todo ese espacio humanizado está abandonado. Antes, el ganado se comía la biomasa, o esta se talaba para leña, pero ahora hay un exceso de biomasa que aumenta la virulencia de los incendios», concluye Soto. «Hay que volver al campo, pero con las lecciones aprendidas. E incentivar el desarrollo rural de las zonas, pero de forma sostenible y responsable. Hay que evitar daños que hemos hecho con impacto excesivo, y para poder mantener actividades tradicionales sostenibles», añade Colomina.

Francisco Lloret, profesor de Ecología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), sopesa las alternativas con cuidado. «La repoblación solo es una de las soluciones de la gama de opciones que tenemos, pero no la más importante. Pueden existir zonas donde sea más importante preservar la cubierta de suelo, y así evitar la erosión. La repoblación es una opción que depende del estado de la zona a gestionar, pero no tiene por qué aplicarse en todas estas áreas».

Fuente: El PAIS

La ciudad de Viena se siente tan orgullosa de su compromiso con el medioambiente que la planta incineradora de Spittelau forma parte de los recorridos turísticos que promociona el Ayuntamiento, los de la Viena verde, la que construye jardines verticales en sus edificios para mejorar la calidad del aire, la que promueve el transporte público y la que se calienta en buena medida con la energía que desprende la combustión de la basura que sus ciudadanos reciclan y separan disciplinadamente. “Aquí quemamos unas 250.000 toneladas de basura al año. Y con eso suministramos aproximadamente un tercio del consumo eléctrico de los hogares vieneses”, explica George Baresch durante una de las visitas de un grupo de estudiantes internacionales a la planta, artísticamente decorada por Friedensreich Hundertwasser.

Spittelau proporciona calefacción a 60.000 hogares en una ciudad de poco más de dos millones de habitantes y es capaz de refrigerar el mayor hospital de la capital en los meses de más calor. La novedad que supuso en su día la planta, además de su colorista diseño y su ubicación en el centro de la ciudad, es que fue reformada tras sufrir un incendio en 1997 para minimizar su impacto ambiental al máximo. Y lo cierto es que ni el olor de las basuras ni el humo de la combustión son casi perceptibles en el exterior del edificio. “Tanto que la torre alberga a una familia de halcones”, señala divertido Baresch.

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Fuente: EFE verde

Los gobiernos deben poner en marcha políticas agrarias menos centradas en apoyo directo a los precios y más enfocadas a la promoción de un crecimiento productivo sostenible y a la resistencia al cambio climático, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En un informe  que analiza las políticas agrarias de 52 países -35 miembros de la organización, más seis países de la UE no miembros y 11 países emergentes-, la OCDE calcula que un 60 % del apoyo a los agricultores se proporciona mediante el mantenimiento de los precios domésticos por encima de los de los mercados internacionales.

“El apoyo a los precios perjudica a los consumidores, en particular a los más pobres, y reduce la competitividad de la industria”, afirmó el director de la OCDE para el Comercio y la Agricultura, Ken Ash, para quien los Gobiernos deben “centrarse en políticas agrarias e inversiones que concuerden con los objetivos económicos globales”.

La OCDE reclama una reducción de ayudas a la producción y a los materiales de uso agropecuario destinados a la sanidad y alimentación de cultivos y animales, “generalmente un uso deficiente de los fondos públicos, que fracasan para obtener los objetivos deseados” y reemplazarlas por las destinadas a la “resiliencia, competitividad y sostenibilidad para hacer frente al cambio climático”.